Sobre mí

Desde pequeña, la vocación por el cuidado y el respeto hacia quienes ya no están ha sido una guía en mi vida. Esta sensibilidad innata me llevó a formarme como Tanatopractora, donde no solo desarrollé habilidades técnicas, sino también una profunda empatía hacia las familias en duelo. Hoy en día, esa misma vocación es lo que me impulsa a compartir todo mi conocimiento a través de la docencia en formación para el empleo.

Enseñar me permite transmitir no solo las técnicas de la profesión, sino también el sentido humano y compasivo que siempre ha caracterizado a la tanatopraxia, ayudando a formar a futuros profesionales con el respeto y la dedicación que este momento vital tan delicado merece.

La tanatopraxia, más allá de ser una labor técnica, conlleva un profundo compromiso con el aspecto humano del duelo. Como Tanatopractora, no solo trabajo en la preservación física del cuerpo, sino que también ofrezco un apoyo silencioso y respetuoso a las familias en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas.

Mi habilidad no reside únicamente en los procedimientos estéticos, sino en la empatía con la que acompaño el proceso, creando un espacio donde los familiares puedan despedirse con serenidad. El respeto, la compasión y la sensibilidad hacia el dolor ajeno son tan importantes como la técnica en esta profesión, y es esa conexión humana la que convierte mi labor en un verdadero servicio a la memoria y dignidad de los que se van.

El saber hacer y el profundo conocimiento de la tanatopraxia me permiten ofrecer algo muy especial: la oportunidad de cuidar a ese ser querido de la misma manera en que sus propios familiares lo harían, si pudieran.

Con mis manos y mi dedicación, brindo un gesto de amor y respeto en nombre de todas esas familias, asegurando que la despedida sea lo más digna y serena posible. Cada acción que realizo es para honrar ese vínculo familiar, convirtiéndome en una extensión del cariño y la atención que ellos mismos querrían ofrecer en ese momento tan delicado.

Por eso, he decidido crear **TANATOPRAXIA INMERSIVA**, una propuesta que ofrece una visión renovada de nuestra profesión. En ella, no solo se destacan las técnicas, sino que se pone en primer plano el verdadero significado de lo que hacemos: honrar, acompañar y cuidar con empatía. Este enfoque busca integrar todo mi conocimiento y experiencia acumulados para enseñar lo que realmente **ES** la tanatopraxia. Aquí, el respeto hacia el ser humano y el compromiso emocional van de la mano con la destreza técnica, ofreciendo una formación completa y profunda que redefine nuestra labor. Quédate, y te mostraré lo que de verdad entraña esta maravillosa profesión.